Ciencias sociales, conjunto de disciplinas académicas que estudian el origen y el desarrollo de la sociedad, de las instituciones y de las relaciones e ideas que configuran la vida social.
El ser humano es un ser social por naturaleza lo que hace que siempre busque compañía, formas de asociarse con otros seres humanos y formas de cómo lograr mejores resultados en sus relaciones sociales.
Este instinto nos lleva a desarrollar formas de vida cada vez más complejas y a la vez a acumular una serie de conocimientos que nos han permitido, poco a poco, ir comprendiendo lo que llamamos realidad.
La realidad comprende todo, tanto lo que hay en la naturaleza como lo que esta en las mentes de los seres humanos; justamente el afán de comprender todo ha llevado a los seres humanos a crear las llamadas Ciencias Sociales, estas intentan comprender el porque de las acciones humanas utilizando distintas técnicas tanto para recolectar datos como para analizarlos.
Y se busca una definición concreta de lo que son ciencias sociales en algún libro encontraremos que en ninguno se da una definición especifica de lo que son las ciencias sociales, ya que estas simplemente abarcan demasiado como para definirlas de forma sencilla.
Pero hay ciertas cosas en las que muchos autores concuerdan y con estas se puede decir que las ciencias sociales son:
Todas aquellas ciencias que estudian el comportamiento del individuo en la sociedad tomando en cuenta los subsistemas en que se divide: Económico, socio-político y cultural-ideológico; con el fin de conocer la función de cada una de estas y como afectan a las personas tanto en comunidad como individualmente.
A continuación se presentan cuales son las principales ciencias sociales así como su objeto de estudio:
Política: La ciencia política estudia la naturaleza y la forma de los gobiernos. Las primeras reflexiones sobre lo político en Occidente se realizaron en Grecia, a finales del siglo V a.C. En este campo destacaron los filósofos Platón y Aristóteles.
Sociología: Esta disciplina trata de establecer las leyes generales que explican la interacción social de los seres humanos. Se encarga de analizar las realidades colectivas y descubrir las reglas del comportamiento grupal. Se puede decir que la sociología se ha desarrollado como resultado de espacios vacíos que no fueron ocupados por otras ciencias. El francés Comte fue uno de sus padres fundadores.
Derecho: El derecho se puede definir como la ciencia que estudia el conjunto de leyes y reglas que rigen la actividad de las personas en su vida social, así como su fundamento y aplicación. La base del derecho en Occidente es el derecho romano.
Antropología: La antropología se centra en el estudio del ser humano como una de las especies animales, contemplando tanto su dimensión social como la biológica.
Geografía: Ciencia que describe el globo terráqueo y analiza la obra de las personas sobre la propia Tierra. La geografía suele trabajar con datos tomados de otras disciplinas cercanas.
Economía: Esta disciplina analiza la forma en que los seres humanos y la sociedad en su conjunto usan los recursos existentes para obtener los bienes necesarios y cómo los distribuyen para su consumo entre los distintos miembros de la sociedad. En una sociedad como la nuestra, basada en el mercado, la economía tiene una importancia capital.
Psicología: La psicología se ocupa de las motivaciones, procesos y conductas de la persona. Durante mucho tiempo ha estado sujeta a la filosofía y le ha resultado difícil desvincularse de ella. Dentro de la psicología destaca Sigmund Freud, creador del psicoanálisis.
Historia: Es muy probable que la historia sea la disciplina social más antigua. Nace con los griegos, destacando en sus orígenes Herodoto y Tucídides (siglo V a.C.). Esta ciencia tiene por objeto reconstruir y entender los principales hechos sociales a través del tiempo.
Todas las ciencias sociales se encargan de interpretar la conducta humana, el porque de nuestras acciones y pensamientos.
Esta pregunta puede ser difícil de comprender con la definición de ciencias sociales dada anteriormente y por esto es necesario dar algunas características de las ciencias sociales:
1. Todas las ciencias sociales buscan respuestas a preguntas sobre el comportamiento y/o pensamientos de los seres humanos.
2. Para entender un fenómeno las ciencias sociales utilizan un gran numero de métodos tanto de investigación como de interpretación de datos, así como distintas disciplinas lo que hace que un solo fenómeno sea estudiado a fondo desde distintos puntos de vista.
3. Dado que los descubrimientos de las ciencias sociales no pueden ser confirmados de forma sencilla se dan por ciertos rápidamente, por lo que se pueden dar a conocer al publico en general casi al mismo tiempo que son planteados.
4. Debido a la diversidad de culturas las ciencias sociales no pueden dar una ley general para todo el mundo sino que deben adecuarse al lugar en donde se esta.
Estas características son propias de las ciencias sociales y establecen una diferencia entre las ciencias naturales y las sociales; pero cabe recalcar que hay también muchas características en común entre las ciencias sociales y las ciencias naturales.
Es la ciencia social que estudia el desarrollo, la estructura, las instituciones y la función de la sociedad, se sustenta en el concepto de que los seres humanos no actúan a partir de sus propias decisiones individuales, sino bajo influencias culturales e históricas y según los deseos y expectativas de la comunidad en la que viven. De acuerdo con su etimología: del latín socius, socio, y logí, estudio, sociología es la ciencia que estudia la estructura y funcionamiento de las sociedades humanas.
Según la concepción más aceptada, el ser humano es un ser individual de naturaleza social; además, es un compuesto inherente de materia y espíritu. La materialidad le atribuye necesidades fisiológicas, comer, vestir, habitar, cohabitar, que deben ser satisfechas según su dimensión espiritual, es decir, su racionalidad y su voluntad. La espiritualidad le plantea necesidades de conocer, reflexionar, decidir-participar, de solidaridad, estéticas, etcétera.
Los individuos como seres sociales integran grupos sociales diversos, ya que cada uno de ellos practica normas y valores acordes con sus intereses. Algunos se caracterizan por tener relaciones estrechas y de índole personal, tal es el caso del grupo de juego, los amigos, la familia, etcétera; en otros casos, se distinguen por tener una relación temporal como sucede en los sindicatos, fábricas y universidades. Sin embargo, los grupos sociales mantienen entre sí una estrecha relación y se influyen mutuamente.
Este proceso es conocido como interacción, el cual también se da sin que haya una relación directa entre los individuos; se puede interactuar a través de campañas políticas, de pago de impuestos, en la escuela y en el trabajo, entre otras actividades. Por su parte, los grupos sociales se relacionan entre sí, integrando un grupo más amplio y complejo en el que sus miembros realizan diversas actividades, comparten costumbres, tradiciones, sentimientos, y habitan un territorio que reconocen como propio. Este conjunto de grupos recibe el nombre de comunidad y está formado por los vecinos que, además de compartir un espacio determinado, están unidos por un estilo de vida semejante. Los habitantes de una comunidad tienen formas de vida y de organización que los distinguen de cualquiera otra.
Las asimetrías que la hacen única pueden ser de tipo cultural, como las fiestas, el idioma y la alimentación. Una comunidad puede estar representada por un pueblo o una aldea, ya que sus habitantes reconocen como propio un territorio, comparten costumbres, tradiciones y pasado común. Para mantener la unidad de la comunidad sus miembros procuran la permanencia de los rasgos que la distinguen.
Sin embargo, los avances tecnológicos, los medios de comunicación y el desarrollo de los transportes influyen en las costumbres de sus habitantes y transforman la vida de la comunidad, aunque, de manera general, el sentimiento de pertenencia se mantiene.
En la historia del pensamiento occidental, la reflexión en torno a la sociedad se remonta a los griegos. Tanto en los Diálogos de Platón (en particular El Banquete y Las leyes) como en la Política de Aristóteles, se aborda el tema desde un enfoque filosófico, que se orienta a encontrar la forma social para lograr un orden justo que permita la manifestación de la virtud de los hombres, lo que se considera como una meta de la vida social.
Durante el Renacimiento una preocupación similar llevó a algunos importantes autores a escribir textos filosófico-literarios acerca de sociedades perfectas, tales como La ciudad del Sol de Tomaso de Campanella, y la famosa Utopía de Tomás Moro, que se escribió en 1516. Ambas obras contenían una crítica a la sociedad de su tiempo y a la vez expresaban la posibilidad de que existieran sociedades felices en el orden y la buena organización.
Más tarde, el avance de la economía capitalista y la formación de los Estados-nación, durante los siglos xvi y xvii, orientaron la reflexión social hacia la economía y la política. Maquiavelo, Bodino, Hobbes y Locke estudiaron la relación entre los hombres y el poder; así pusieron las bases de la teoría jurídica del Estado y de la moderna ciencia política, mientras Thomas Munn, Raymond de Quesnay y Adam Smith iniciaban el debate teórico acerca de cuestiones económicas como la producción y la importancia del comercio, entre otras. Para todos estos autores la sociedad no era sino un conglomerado sometido a los vaivenes de la política y la economía. Prevalecía la idea de que el hombre es egoísta y que acepta voluntariamente vivir dentro de un control para interactuar en la sociedad.
Todas las corrientes filosóficas y políticas, aún las materialistas y las individualistas, están de acuerdo en que los seres humanos, además de ser individuos, únicos e indivisibles, son seres sociales, en otras palabras, son seres que para sobrevivir y desarrollarse como seres humanos necesitan de la cooperación y del auxilio de los demás. Experiencias históricas recientes permiten afirmar que aun cuando en algunas ocasiones el ser humano ha logrado sobrevivir sin el auxilio de los demás, (generalmente conviviendo con lobos), también es cierto que no ha logrado pasar de un cierto nivel de animalidad y que no ha logrado desarrollar funciones básicas, como el lenguaje. Si los seres humanos son seres sociales, esto quiere decir que siempre han existido y conformado sociedades. El término sociedad tiene dos sentidos: uno amplio y otro estricto.
El sentido amplio del término se aplica a cualquier conjunto de seres vivientes, en cuanto a que su agrupación y grado de organización interna se establece tanto para conseguir la alimentación como para defenderse de otros factores (otros seres vivientes o fenómenos de la naturaleza) que ponen en peligro su sobrevivencia como especie. Si se simplifica al máximo, podríamos decir que las sociedades no humanas tienen tres funciones u objetivos básicos: comer, defenderse y reproducirse, a fin de que la especie continúe. El ejemplo clásico de sociedad en este sentido es el de las abejas constituidas en colmenas y el de las hormigas y su división del trabajo al interior de los hormigueros.
En sentido estricto, sociedad es un término que solamente se aplica a las diversas agrupaciones de seres humanos, quienes se juntan en cantidades mayores o menores tanto para la satisfacción de las necesidades primarias (comer, vestir, reproducirse como especie), como de necesidades más complejas relacionadas con su realización y perfeccionamiento como seres humanos y como conjunto.
La sociedad como escenario de las relaciones humanas, con sus regularidades, sus contradicciones y sus conflictos, constituye el gran objeto de estudio de la sociología. Todo aquello que sucede al interior del conglomerado social y rebasa el ámbito de la vida personal del individuo, se convierte en un fenómeno susceptible de ser estudiado por el sociólogo. Es decir, la sociología se ocupa de la forma en que los hombres tienden a relacionarse unos con otros, y en que esas relaciones configuran patrones de comportamiento colectivo que explican las particularidades de una sociedad determinada.
La sociedad como vida cotidiana e historia en la que todo individuo, inclusive el sociólogo, es un protagonista, constituye el punto de partida que refuta o prueba las grandes y pequeñas teorías. La historia de cada hombre, afirma el sociólogo estadounidense C. W. Mills, es la historia de todos los hombres. Por tal razón, a la sociología le compete la actividad de relacionar la biografía con la historia; es decir, de hacer que la existencia individual de cada persona tenga un sentido en la trama de la historia contemporánea, al analizar y al explicar las estructuras sociales que dan vida a esta última. La imaginación sociológica radica en realizar esta acción.
No obstante, en la medida en que todos formamos parte de la sociedad y tenemos derecho a opinar acerca de ella, “la imaginación sociológica” que proclama Mills no puede ser patrimonio exclusivo del sociólogo. En diversas ocasiones se podrá observar que los juicios de ciertas personas provienen de su experiencia y en la mayoría de los casos están fundamentadas en la teoría de algún pensador social, convertida en conocimiento cotidiano.
En su desarrollo, la ciencia tiende a convertirse en conocimiento universal; como en el caso de la ley de la gravedad. El lenguaje sociológico también ha adquirido un lugar en el habla cotidiana, se mencionan de forma natural términos como: clase media, ideología capitalista, estatus o medios masivos de comunicación. Para que los conceptos sociológicos ingresen en la cultura general, la sociología ha tenido que experimentar una larga evolución, desde los primeros pensadores sociales hasta que, durante la primera mitad del siglo xix, define su campo de estudio y surge como disciplina autónoma.
Todos los estudios relacionados con la sociología y las relaciones sociales son hechos relativamente recientes. Hasta el siglo xix, el hecho social permaneció dominado por especulaciones filosóficas, conformando lo que Nicolás Maquiavelo denominó “el pensamiento social”. Thomas Hobbes, John Locke y Jean Jacques Rousseau fueron figuras fundamentales en este aspecto. Henri Rouvroy, conocido como Conde de Saint Simón, puso las bases de la sociología, ya que a inicios del siglo xix demostró la necesidad de crear una ciencia del hombre, que con el mismo carácter metodológico de las ciencias naturales, por ejemplo, buscara leyes que explicasen los hechos sociales. Sin embargo, su idea no pasó de ser una propuesta.
Años después aparece Auguste Comte, quien tomó las ideas de Saint Simón y elaboró el concepto de sociología, entendida como: “disciplina que estudia las causas y efectos del hecho social”. Casi como hechos paralelos, Karl Marx, Pierre-Joseph Proudhon y Herbert Spencer, cada uno con diversas ideologías, fueron colocando las bases de la sociología, cuyo apogeo fue en el siglo xx. Para que ocurriera el fenómeno del estudio sociológico se debieron dar algunos factores que propiciaron su origen, sin desfavorecer los valiosos aportes de sus distintos promotores. Algunos de estos factores son:
La sociología surge en el siglo xix en Francia y casi al mismo tiempo aparece en Inglaterra. De Inglaterra se desplazó a Estados Unidos, donde anida para convertirse en la sociología más poderosa del mundo, la sociología empírica.
Su origen se remontaba al mundo griego, especialmente la obra de Platón, y a autores del siglo xv que plantearon teóricamente esa posibilidad, como Tomás Moro en La utopía y Tomaso de Campanella en La ciudad del Sol, entre otros. Muchas de tales ideas fueron retomadas por la Ilustración.
Uno de sus principales representantes fue Robert Owen (1771-1858), una excepción para su época. Rico empresario, dueño de fábricas, creía en la bondad natural del hombre y que en él influía el ambiente. Por eso se dedicó a mejorar las condiciones de vida y de trabajo de sus obreros, creó escuelas y sistemas de salubridad, disminuyó el consumo de alcohol, moderó el trabajo infantil y mantuvo salarios altos. Como socialista utópico se opuso radicalmente al individualismo, al que consideró fuente del mal social. Con su fortuna intentó hacer experimentos aún más radicales teniendo en cuenta sus éxitos iniciales: creó cooperativas, introdujo el trabajo social y fue el padre de la legislación industrial.
Otros exponentes son: el Conde de Saint-Simón (1760-1825), participante en la guerra de independencia norteamericana, pensaba que la nueva sociedad debía asentarse sobre la industrialización y que sus dirigentes debían ser científicos. Su tarea consistía en dirigir la sociedad hacia un bien común, basado en el derecho comunitario al trabajo, la propiedad, la herencia, la libertad personal y el derecho a competir. Louis Blanc (1811-1882), quien propuso sustituir a la industria privada por almacenes de trabajo social a la manera de un socialismo de Estado; Pierre–Joseph Proudhon (1809-1865), para quien la propiedad era un robo, proponía sociedades mutualistas basadas en la libertad y la igualdad.
Algunos autores afirman que el materialismo histórico fue postulado por Marx, en sus Manuscritos económicos y filosóficos de 1844, otros consideran que lo hace en su obra Crítica de la economía política, de 1859, y en El capital. De cualquier modo la esencia de esta corriente sociológica es la teoría de las clases. El otro precursor de esta vertiente fue Federico Engels (1820-1895) quien mostró el análisis sociológico en sus Estudios sobre la vivienda de 1872, considerados dentro del crecimiento industrial urbano y la movilidad social. Sus principales obras son La Sagrada Familia o crítica de la crítica. La sociología de Marx y Engels representa un paso determinante en el estudio, comprensión y transformación de la sociedad, esta sociología es utilizada por la burocracia soviética y china como apología política o verdad absoluta.
La sociología francesa es, en esencia, la sociología positivista. Las características principales de la sociología positivista son el rechazo de la metafísica, de la especulación. Se aceptan los hechos, la medición de éstos, fundamentándose en la imposibilidad de analizar sucesos sociales con prejuicios, sin investigación. En Alemania nunca se creyó que los hechos sociales estuvieran sometidos a leyes, sino que es una ciencia del espíritu. Esta es la sociología comprensiva. Dentro de las aportaciones de esta corriente está la elaboración de una ciencia específica para el estudio de la sociedad, esta corriente se basa en los criterios precisos conseguidos a través de la experimentación y la observación objetiva. Sus principales exponentes son:
El liberalismo surgió en la actividad política para construir una nueva versión de la sociedad. El liberalismo tiene una característica muy peculiar, reduce toda la realidad al sujeto. El hombre es la causa, el principio y el término de toda la actividad creadora. Niega la existencia de todo lo sobrenatural, por ende, niega un dios creador y providente. No hay otra vida que no sea la terrenal, además agrega que la Iglesia se equivoca constantemente. Su principal exponente es John Stuart Mill, con su obra “Sobre la libertad”.
Las obras que definen a esta corriente son El imperialismo, fase superior del capitalismo y El estado y la revolución, de Lenin, textos influyentes en la revolución socialista, también encontramos el historicismo de Gramsci, con su obra Cuadernos de la cárcel y el funcionalismo de Malinowsky, expuesto en su obra Estudios de psicología primitiva.
Esta corriente se relaciona con ciertas ciencias humanas como la antropología social, la psicología, etc. y concibe cualquier objeto de estudio como un todo, cuyos elementos se determinan entre sí, tanto en su naturaleza como en sus funciones, en virtud de leyes generales. Aquí encontramos el estructuralismo marxista de Althusser, con su obra Para leer el capital, N. Poulantzas con su obra El poder político y clases sociales y el estructural-funcionalismo, con Talcott Parsons (1902). La aportación de Parsons fue su interés por la investigación social directa, como paso previo a la elaboración de una teoría social definitiva. Esto ha invertido el proceso del discurso sociológico; los sociólogos europeos inician su empresa mediante la fundamentación teórica de la sociedad, después van a la investigación directa o prescinden de ella. Su principal obra es "El sistema social".
Aquí se encuentra el relativismo, corriente sociológica en la cual se establece que el conocimiento humano no puede llegar a lo absoluto. Su principal exponente es Manhein con su obra La ideología y utopía.
Actividad 14. El ser humano como ser social y concepto de sociedad
Responde el siguiente formulario, si tienes alguna duda o quieres estudiar más acerca del tema puedes visitar el sitio web de "Fundación más pólvora", en esta pagina, sigue adelante pronto lograremos nuestro objetivo.
Actividad 15. Cuadro comparativo Teorías Sociológicas
Realizaras un cuadro comparativo, como el que se adjunta en el ejemplo, en donde completaras las definiciones de cada una de estas teorías, así como el autor que la propone, para este fin te podrás apoyar en los videos que se adjuntan en la actividad.
AARON, Raymond. Las etapas del pensamiento sociológico, Ed. Siglo XXI, 1970.
BERGER, Meter. Introducción a la Sociología. Ed. Limusa, 1973.
FREDRICHS, Robert. Sociología de la Sociología. Ed. Amorrortu, 1997.
PUGA, Cristina y col. Hacia la Sociología. Ed. Alambra, 1995.